GAZA — La Franja de Gaza atraviesa uno de sus días más sangrientos en medio de la guerra. En las últimas 24 horas, los bombardeos lanzados por el ejército israelí dejaron un saldo de 66 personas muertas y 465 heridas, según autoridades locales.

Una escalada de violencia

El aumento de la ofensiva ha golpeado principalmente a zonas residenciales densamente pobladas, lo que ha generado escenas de devastación. Hospitales y centros de salud trabajan al límite de su capacidad para atender a los heridos, muchos de ellos niños y mujeres.

Crisis humanitaria en aumento

Organizaciones humanitarias han advertido que la situación es insostenible: miles de familias han sido desplazadas, el acceso a agua potable es limitado y los servicios básicos colapsan en medio de los ataques. La comunidad internacional ha hecho llamados urgentes a un cese de hostilidades y a la apertura de corredores humanitarios.

Reacciones y denuncias

Mientras tanto, voceros palestinos calificaron los hechos como una “masacre contra civiles indefensos”. Por su parte, Israel asegura que sus operaciones buscan desarticular posiciones militares y bases del grupo Hamás, aunque la cifra de víctimas civiles aumenta cada día.

Un conflicto sin tregua

Con este balance, la cifra total de muertos en Gaza continúa en ascenso, alimentando la preocupación global por el agravamiento de la crisis en Medio Oriente. Las próximas jornadas serán determinantes para definir si la presión internacional logra frenar la violencia o si la guerra se prolonga con consecuencias aún más devastadoras.

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