En Jambaló, un pequeño municipio del norte del Cauca, se conoció una historia que parece sacada de una película. El exsecretario del Juzgado Promiscuo Municipal presentó excusas insólitas para ausentarse de sus funciones, alegando un supuesto atraco, problemas psiquiátricos y hasta una fobia a los hospitales. Finalmente, el intento de engaño derivó en una sanción ejemplar: destitución del cargo e inhabilidad de 12 años para ejercer funciones públicas, de acuerdo con la decisión tomada por la Comisión Nacional de Disciplina Judicial.

El caso se remonta al 16 de septiembre de 2022. Según su versión, la noche anterior había sido víctima de un asalto en el que le hurtaron su motocicleta, celular y documentos personales. Por esta razón, afirmó que no podía presentarse al juzgado y que cumpliría sus labores de manera remota.

Días después, para justificar su ausencia, envió a la juez del despacho un documento que, presuntamente, certificaba su atención médica en la clínica La Estancia de Popayán. En su declaración, indicó que había ingresado por sus propios medios al centro asistencial, pero debido a la congestión en urgencias y a sus patologías psiquiátricas —entre ellas depresión, ansiedad y una fobia a los hospitales— abandonó el lugar tras entregar dinero a un enfermero, quien le habría proporcionado la incapacidad.

Lo que parecía un caso de enfermedad mental terminó siendo descubierto como una falsificación. Durante la investigación disciplinaria se comprobó que el documento presentado no provenía de un médico autorizado y que el exfuncionario no había recibido la atención clínica que alegaba. Con ello, se configuró la falta grave de presentar información falsa para justificar una ausencia laboral.

La Comisión Nacional de Disciplina Judicial, en fallo del 18 de junio de 2025, concluyó que el funcionario incurrió en una conducta que atenta contra la transparencia y la ética del servicio público. En consecuencia, decidió su destitución e impuso una inhabilidad de 12 años para ejercer cargos en el Estado.

Este caso ha generado gran eco en la región, no solo por la creatividad del relato, sino porque pone en evidencia la importancia de mantener la probidad en los cargos judiciales, especialmente en poblaciones pequeñas donde la confianza ciudadana en la institucionalidad depende de la rectitud de sus representantes.

La historia del exsecretario de Jambaló se convierte así en un ejemplo de cómo una decisión personal puede truncar una carrera en la función pública y, al mismo tiempo, dejar una lección sobre la responsabilidad que conlleva administrar justicia.

Fuentes

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