El corregimiento de Yarima, en San Vicente de Chucurí (Santander), vive momentos de profundo dolor tras la trágica muerte de un niño de apenas cuatro años, víctima de un accidente doméstico que ha generado conmoción en la comunidad.
Según el reporte preliminar, el menor se encontraba en casa acompañado de su hermano de 16 años, ya que sus padres asistían a una reunión. En un instante, el pequeño ingresó al baño de la vivienda cuando, de manera inesperada, el lavamanos se desprendió de la pared y cayó sobre él, ocasionándole una grave herida en el cuello.
Pese a los esfuerzos inmediatos por auxiliarlo, el niño fue trasladado de urgencia hasta el corregimiento El Centro, en Barrancabermeja. Sin embargo, llegó sin signos vitales al centro médico, donde los profesionales de la salud confirmaron su fallecimiento.
El hecho ha encendido las alarmas sobre la seguridad en los hogares y la importancia del mantenimiento adecuado de los elementos instalados en baños y cocinas. Las autoridades locales iniciaron investigaciones para esclarecer las condiciones en las que se produjo el desprendimiento del lavamanos y evitar que tragedias similares se repitan.
La Alcaldía y la comunidad expresaron mensajes de solidaridad a la familia, que atraviesa un momento de inmenso dolor. Vecinos y allegados han organizado cadenas de oración y acompañamiento para los padres y hermanos del menor.
Este caso trae a la memoria un hecho similar ocurrido en 2023 en Neiva, Huila, donde un niño de ocho años perdió la vida en circunstancias parecidas, también por el desprendimiento de un lavamanos que terminó causándole una hemorragia mortal.
La tragedia abre nuevamente el debate sobre las medidas de prevención en el hogar, especialmente en viviendas con instalaciones antiguas o sin refuerzos adecuados. La prevención y la supervisión constante de los espacios donde los niños permanecen sigue siendo clave para evitar accidentes que, como este, dejan una herida imborrable en una familia y en toda una comunidad.